Reflexiones de una catequista sobre lo que los niños le han ido enseñando.

lunes, mayo 1

Me lo sacas un ratito


La anecdota que da lugar al título de hoy sucedió el primer día de catequeis. La parroquia en la que la doy no tiene una habitación adecuada, por lo que doy catequesis en los bancos de la iglesia. En concreto, en los bancos de delante del Sagrario. Ahí delante de Jesús, porque estoy segura que a Jesús le gusta ver a mis niños así de cerquita. Al fin y al cabo El nos dijo "Dejad que los niños se acerquen a mi" .
Y los niños que todo lo preguntan, y no se conforman con cualquier respuesta, me interrogaron ¿ Por qué nos sentamos en estos bancos? ¿ Por qué nos sentamos delante de esa cajita? ( que es como ellos llaman al Sagrario)
La iglesia es de una sola nave, pero un poco peculiar, nos podríamos haber sentado en cualquier otros sitio, delante de la figura de San José, de la Virgen o del Altar. Pero estabamos sentado en el lateral mas alejado del centro de la iglesia, delante de "la cajita negra".
Y les conté que en esa cajita estaba lo más importante de la iglesia porque allí dentro vivía Jesús y que desde alli nos veía mejor y le hacíamos más compañía. A mi me impresionó que no les resultara extaño que allí estuviera Jesús. Los niños que minutos antes habían cuestionado porque nos sentabamos ahí, les pareció normal que si Jesús vivía allí nos sentaramos cerquita de El y pensé que realmente tenían la gracia del Bautismo, Creían firmemente que Jesús estaba allí. He de decir que la mayoía de mis niños no van a clases de religión y que no sabían ni rezar el Padre Nuestro o el Ave María y sus padres no suelen ni entrar en la iglesia. Por lo que para mi era más soprendente como aceptaron esa realidad de fe sin más explicaciones. Y me dieron envidia, porque cuantas veces yo pasó delante del sagrario y no tengo esa fe. Esa fe que dió lugar a el siguiente diálogo entre dos de las niñas de catequesis, una de ellas había llegado tarde y otra le decía " No sabes lo que te has perdido, ¿Sabes lo que nos ha contado la catequista? que en esa cajita negra vive Jesús" la otra niña la miró muy seria y le dijo, ¿ De verdad, ahí vive Jesús?, que sí, que si que nos lo ha dicho la catequista vete y se lo preguntas.
Entonces Beatriz, que es como se llama la niña que llegó tarde, se me acercó y me pregunto " ¿De verás está ahí Jesús?". Yo le dije que si y ella me miró con esos ojos grandes y curiosos y me hace un gesto para que me acerque más y me dice como en un susurro "Me lo sacas un ratito" y yo, me quedo ahí casí sin palabras.
Sé que Dios está en el sagrario desde hace siglos, Dios se ha quedado encerrado por mi ahí en una cajita y no sale, no lo sacamos un rato. Lo sé pero me falta la fe de mi niña que lo cree con esa inocencia que hace que quiera ver a Jesús aunque sea un ratito. Sacarlo de esa cajita.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Supongo que como esas habrá miles. Los niños ya se sabe como son, no mienten y por si eso fuera poco, ven las cosas como son, sin los vicios que nos da la vida para ver el mundo algo distorsionado.
Con ellos has ganado algo muy grande y es la fe, parece que la traen puesta. Yo ni siquiera tengo conciencia de haberla conocido y en ello sigo.
Aunque como Beatriz, me hubiera gustado sacarlo un ratito, tomar un cafe y charlar.
Besos reina
¡Que agradable sorpresa encontrar este primer texto!

8:51 a. m.

 

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